Autor: Andrés Luna
En la primera parte de esta serie, presentamos las motivaciones para la migración a la nube, los principales desafíos que enfrentan los equipos en el proceso y el marco integrado de migración a la nube, compuesto por tres grupos principales de actividades: antes de la migración, durante la migración y después de la migración. En la segunda parte, abordamos las actividades relacionadas con la migración iterativa de recursos a la nube, haciendo uso de las múltiples tecnologías disponibles, optimizando el proceso y permitiendo a los equipos el aprendizaje continuo en cada fase del proceso. En esta parte final, comentaremos las actividades más relevantes a tener en cuenta posterior a la migración, incluyendo un conjunto de estrategias de mejoramiento continuo, innovación y mayor aprovechamiento de la nube.
Parte 3. Actividades después de la migración
El grupo final de actividades después de la migración involucra todas las actividades y tareas que se suelen realizar posteriormente a migración de las primeras cargas a la nube.
Automatizar tanto como sea posible. La migración de cargas a la nube debe ser entendida como el inicio (no el destino final) de un viaje y profundización de los equipos. Como siguiente paso, una característica crítica es la creación de capacidades en automatización; desde otro punto de vista, ¿para qué migrar si se continúa haciendo las cosas de la misma manera? El concepto de automatización en la nube es amplio e involucra muchos aspectos de importancia diversa, que deben ser analizados en costo/beneficio para su aplicación en componente tecnológico de la arquitectura. Lo que es fundamental, es reconocer que juega un papel importante en la agilidad empresarial en relación con el negocio. Algunos de los aspectos de mayor relevancia en el contexto de automatización son los siguientes:
Provisionamiento (y destrucción) automático de infraestructura. Se refiere a las capacidades de creación y destrucción de cualquier componente técnico a demanda y sin intervención humana.
Estrategia de backup y recuperación de desastres. Creación de estrategias de recuperación de desastres (Disaster Recovery – DR), que pueden funcionar en perfecta relación con las necesidades de recuperación de datos (Recovery Point Objetive – RPO) y de tiempo (Recovery Time Objetive – RTO) requerida por el negocio.
Infraestructura como código (Infrastructure as code – IaC). Incorporar la infraestructura como un componente más del desarrollo, eliminando las barreras existentes entre grupos de desarrollo de productos y de infraestructura.
Flujos de deployment de aplicaciones. La automatización de flujos de deployment de aplicaciones y servicios.
Automatización de tareas de administración de instancias. Facilitando la gestión dde múltiples unidades de cómputo de manera centralizada, optimizando el tiempo involucrando en la operación y mantenimiento de los componentes.
La identificación de estos aspectos permite generar un backlog de mejoramiento continuo para las aplicaciones y servicios en la organización.
● Monitorear tanto como sea posible. Al igual que en el caso anterior, el concepto de monitoreo en la nube es amplio y puede ser comprendido a distintos niveles. Servicios como AWS Cloud Watch, facilitan el análisis de métricas de infraestructura en todos los componentes Un enfoque de automatización integral incorpora al menos las siguientes características:
Monitoreo de infraestructura de la nube. Incorpora la visibilidad continua (y en intervalos adecuados para el negocio) de las métricas de salud (CPU, disk usage, throughput, etc.) de distintos componentes en la arquitectura, especialmente de los componentes más críticos.
Analítica de logs. Considera la utilización de herramientas para analítica de logs (Logs analytics), que permiten realizar análisis forenses en aplicaciones y servicios de manera óptima y trazabilidad de los sistemas y componentes involucrados.
Trazabilidad de la nube. Se han considerado servicios de análisis de trazabilidad de los componentes en la nube. En Amazon Web Services por ejemplo, AWS Cloud Trail permite monitorear y registrar la actividad de la cuenta en toda la infraestructura de la nube, lo que le permite controlar las acciones de almacenamiento, análisis y reparación.
Incorporación de APM. APM es un acrónimo de Application Performance Management y hace relación con la capacidad de monitoreo y observabilidad de los componentes internos de la aplicación (típicamente stack tecnológico, bases de datos, servicios externos, etc.). Este tipo de herramientas pueden ser fácilmente integradas en las aplicaciones, para producir información continua que los equipos de productos usan para la optimización de los servicios digitales y el mejoramiento de la experiencia de usuarios.
Alarmas y acciones de recuperación. Cualquier estrategia de monitoreo requiere acciones de alarmas y recuperación frente a la ocurrencia de eventos críticos o anómalos en la infraestructura y los servicios. Una alarma configura un grupo de métricas críticas, umbrales de monitoreo, canales de notificación y acciones ante la ocurrencia de un evento. Estas alarmas pueden ser configuradas con distintos niveles de granularidad y pueden configurarse en múltiples escenarios. De igual manera, es importante agrupar los recursos de tecnología por distintos criterios como riesgo para el negocio, costo/beneficio de la implementación de estrategias automáticas, tiempos de RTO/RPO, etc. Un grupo de recursos serán definitivamente críticos y requerirán estrategias de disaster recovery activas. Otro grupo, de menor importancia, por ejemplo, solo requerirán estrategias de backup y permitirán tiempos de recuperación mayores. En el tiempo, este inventario de recursos y su estrategia de monitoreo, alarmas y recuperación debe ser gestionado para incorporar modificaciones y actualizaciones de acuerdo con los requerimientos cambiantes del negocio.
Lo más importante de todo: iterar e innovar en la nube
La nube tiene un potencial alto de innovación y agilidad para el negocio. Ya sea por la gestión óptima de recursos de tecnología, la escalabilidad del negocio o la rapidez de la innovación, representa un componente crítico para la digitalización en cualquier segmento empresarial. La migración a la nube o la experimentación de esta por parte de los equipos es un proceso largo, que debe ser entendido como una serie sucesiva de iteraciones de mejoramiento. Los aspectos de personas (equipos), gobierno, roles, políticas, etc. se verán afectados en el proceso y conviene contar con una visión integral en cada momento. La creación de backlogs de mejora en distintos aspectos en cada nueva iteración promueve la generación de una cultura de mejoramiento continuo, en el que el trabajo de todos los equipos está enfocado en objetivos comunes. Acompañado de un proceso de mejoramiento cultural, la nube puede representar un aspecto clave en la innovación del negocio.
¿Y en su propio negocio o industria cuál es la situación? ¿Está evaluando un proceso de migración actualmente?, Le invitamos a ponerse en contacto con nosotros para escuchar los desafíos actuales y trabajar en conjunto en la consecución de los objetivos.